martes, 7 de julio de 2015

Japonia

Osakan, Daisukerekin

Kim eta Deguchi
Tira, blog honetako aurreko sarreraz geroztik pasa da denbora, eta denborarekin batera herriak eta lekuak. Filipinetan hainbat hilabete eman nituen uhartetik uhartera jauzi eginez, eta joan den maiatzean jauzi handiagoa egin nuen: Cebu hirian hegazkin bat hartu eta Hego Korean lurreratu nintzen, Seoul hiriburuan. Eta hurrena Japoniaren txanda izan da. Zer kontatua badago baina ez naiz orain horrekin hasiko. Japonian nago, Osaka hirian egun hauetan, eta txirrindulari bat ekarri nahi dut orri hauetara, Daisuke Nakanishi, hamaika urtez, 2010era arte, munduan barrena ibili zen txirrindulari japoniarra. Behin baino gehiagotan entzun nuen haren izena han eta hemen, baina orain ezagutu dugu elkar. Eta Daisukerekin batera, beste bi txirrindulari, Kim eta Deguchi. Kim mekanikaria ere bada eta nire bizikletaren ajeei kontu egin ezezik,  bere etxean 
hartu eta ostatu nau egunotan. Atsegin handia izan da hirurak ezagutzea. Eskerrik asko!

lunes, 26 de enero de 2015

Palawan irla




Nondik nora: El Nido - Busy Bees - Taytay - Calauag - Itanyl - Bagung Bayan - Ilian - Tumarbong -  Mendoza - Roxas - Puerto Princesa - Aboabo - Española - Aboabo - Quezon - Berong - Napsan - Bacungan - Puerto Princesa - Port Barton - Roxas - Taytay - El Nido. Guztira: 1079 kms.



Palawan-eko ipar-ekialdean, Tumarbong herriaren inguruetan. Bide asfaltogabeak eta kostalde apartatu bat.


martes, 29 de julio de 2014

La luna de bórax


Recorriendo una región remota  del altiplano boliviano, cercana al parque nacional Eduardo Avaroa, llegué una tarde del año 2010 a la mina de Capina. El texto siguiente fue escrito en euskera semanas después y lo traduzco ahora al castellano para los amigos de GDL en Bici (publicado el pasado mes de marzo en la revista Ciudad en Bici de Guadalajara, México).

LA LUNA DE BÓRAX

Capina es un conjunto de edificios, todos pequeños, humildes y austeros, que tienen en las paredes el mismo color gris de la tierra que les rodea. Es un campamento de mineros situado en el altiplano frío y seco de Bolivia, a unos 4400 metros de altura. A unos tres o cuatro kilómetros, en dirección al pueblo de Villamar, hay una llanura de sal y allí se dirigen todas las mañanas, a extraer bórax, los aproximadamente 40 mineros que viven y trabajan aquí. Y se dirigen muchos de ellos con picos porque en Capina se practica la llamada “minería tradicional”. El bórax será luego llevado en camiones a las instalaciones de Apacheta, junto a la frontera chilena, y una vez convertido en ácido bórico seguirá su viaje a los puertos chilenos para ser exportado.
Laguna Blanca. Altiplano boliviano.

He llegado a Capina por una brecha arenosa hora y media antes de que oscurezca. Un hombre que está sentado a la solana, tan quieto y a gusto como un gato, no se ha sorprendido mucho –tampoco se ha movido mucho- al verme llegar. “Sí, puedes quedarte aquí a pasar la noche, pero estamos completos, no hay ninguna habitación libre, los únicos lugares que te puedo ofrecer son las duchas y el comedor. Si quieres también puedes cenar y desayunar con nosotros …”. Le he dado las gracias y le  he dicho que pagaré las comidas. “No, no… no te preocupes por eso…”, y se ha vuelto a recostar en la pared, la cara girada hacia el sol de la tarde, los ojos semicerrados, en la misma posición que tenía unos minutos antes.

Hacia las seis, un poco antes de que el sol se ponga, han comenzado a llegar los trabajadores. La mayoría jóvenes pero también algunos que van avanzando en edad. Llevan gorros sobre la cabeza y visten ropas gruesas y gastadas, solamente los rostros de piel oscura y las manos quedan al descubierto. Primero se dirigen a sus pequeños cuartos y luego al comedor, porque los cocineros reparten a esta hora una bebida caliente y pan. La cena (una sopa de verduras) vendrá después, a las siete y media. 

Los mineros entran al comedor, se saludan  y se dirigen a la ventanilla de la cocina. Recogen  la bebida oscura y humeante y se sientan en las mesas. Se escuchan retazos de conversación, murmullos…  pero no hay ruido, el ambiente es  recogido. Más de un minero se me acerca, primero me ofrecen te y pan, luego vienen las preguntas: de dónde vengo, de dónde soy, ¿no me canso haciendo un camino tan largo?, ¿por qué ando así?, ¿qué gano?, ¿estoy haciendo alguna investigación?... . Cuando su curiosidad está satisfecha mis interlocutores se despiden con educación. No es gente huraña o tímida pero tampoco alargan la plática más allá de lo necesario. Uno de ellos quiere saber si es verdad que España está llena de gente y que ya no cabe nadie más. Otro me dice que su hija está en Barcelona, que se fue a estudiar pedagogía con una beca hace once meses y que dentro de cuatro días vuelve a Bolivia. Le gustaría, añade, ir a La Paz a darle la bienvenida pero todavía no sabe si le darán permiso. Barcelona es muy bonita, ha visto las fotos que su hija ha enviado por internet. Se sorprende mucho cuando escucha que yo no conozco esa ciudad.

Yo también intento saciar mi curiosidad. Los mineros son de pueblos diferentes pero la mayoría del departamento de Potosí (en ese departamento está Capina). Trabajan por turnos, pasan 28 días aquí y 14 en casa. La mina es privada, los dueños son belgas. ¿Cuánto ganan? No lo sé y no me atrevo a preguntarlo. Sí que sé que el salario de los maestros y maestras bolivianos es de unos 1200-1800 bolivianos mensuales (138-208 euros).
Altiplano boliviano. Antes de llegar a Capina

He escogido el cuarto de las duchas para dormir. Es pequeño, tiene tres duchas y dos lavabos. El agua caliente es natural, viene de un manantial termal. “¿Y el baño?  ¿Dónde está?- pregunto. “¡La pampa abierta, ese es nuestro baño!”  --me responde uno de los trabajadores. El techo del excusado de Capina es infinito y está adornado con miles de estrellas. Es un lugar muy hermoso. También frío, terriblemente frío. ¿Hasta dónde bajaran hoy las temperaturas? ¿a 15 grados bajo cero? ¿a veinte?. Al volver al cuarto de duchas extiendo la esterilla en el suelo de cemento y me meto al saco de dormir después de ponerme encima todas las ropas que tengo: dos pares de pantalones, dos camisetas, el suéter de lana de alpaca, dos forros polares, el chubasquero, el gorro, los calcetines de lana que me regalaron en Sudáfrica…  me cuesta entrar, estoy tan anudado como una momia, casi no me puedo mover. ¡Ojalá no pase frío, al menos!

A las seis y media los trabajadores toman el desayuno y a las siete se dirigen al salar. El sol todavía no asoma por el borde de la llanura. Yo ya me he levantado también. Salgo del cuarto de duchas y me alejo unas docenas de metros hacia la pampa para orinar. El frío atraviesa todas las capas de ropa que llevo encima y me penetra hasta la médula de los huesos. Las manos me duelen a pesar de los guantes. Veo a los mineros subir en silencio a los camiones. También ellos están cubiertos de arriba abajo, solo se les ven los ojos y los labios.

Entro al comedor. Está vacío pero en la cocina trabajan tres mujeres, hay ollas grandes en los fuegos. Me sacan una jarra llena de leche y una bandeja con panes. “Es leche con sémola, toma toda la que quieras, hay de sobra”, me dice una de las mujeres sonriendo. Le calculo unos 35 años. Parece que tiene ganas de charla, me vuelve a hacer todas las preguntas que ayer respondí a los mineros y algunas más que a ella se le ocurren: hasta cuándo voy a andar así, cuándo volveré a casa, si tengo familia…  “¿y no tienes familia propia? ¿por qué?”.  Decido contestar con una broma. Le digo que estoy buscando mujer, que por eso he venido a Sudamérica. “¡Pues no espere más y llévese una boliviana! -replica riéndose. Ella es de Sucre y tiene un hijo de seis años, me explica a continuación. “Su padre está ahora en España, nos dejó y se fue, creo que encontró otra mujer allí”.  Habla con tranquilidad, no parece muy apenada. “Una tía mía también está allí… hay muchos bolivianos en España, ¿verdad?... pero… España también se llevó mucha plata de aquí…”. Cambia de conversación repentinamente, sin darme tiempo a decir nada, “pero toma, toma tu desayuno antes de que se enfríe…”.
Villamar

Antes de dejar Capina he estado un momento con el responsable de la mina y le he dado las gracias. “No hay por qué, que tenga un buen viaje. El camino pasa entre aquellas montañas, tiene que atravesar el abra y luego todo es bajada hasta Villamar…”

La brecha que conduce a Villamar es apenas un arañazo leve en la tierra, una marca indecisa que pasa junto al salar de Capina y continua recorriendo el altiplano vacío, buscando la barrera gris de unas montañas lejanas. El salar es una mancha de nata extendida en esa tierra inerte. Su superficie no es completamente lisa, tiene pequeñas arrugas y grumos. El color blanco tampoco es puro, se distinguen en él reflejos metálicos y grises. Cerca del borde unos trabajadores están perforando esa nata con picos. Se mueven necesariamente despacio. Ellos también están anudados, envueltos de cabeza a pies en las gruesas ropas de trabajo. Sobre la superficie blanca y vestidos así parecen astronautas.

Por el camino se acerca un jeep con turistas. Van hacia la Laguna Colorada y son seguramente los primeros de hoy, los más madrugadores. Se paran frente a los mineros y bajan las ventanillas. Veo las máquinas de fotos. Solo unos pocos segundos. Luego vuelven a perderse en el camino polvoriento.

El sol trepa poco a poco por el azul frío del cielo, sus rayos son todavía débiles, apenas calientan. Con la bicicleta detenida junto al borde del salar, miro un instante a los astronautas pobres de Bolivia, a los mineros de la luna de bórax. Después hago un gesto de despedida con la mano y yo también me alejo.


martes, 4 de marzo de 2014

Guadalajara, Mexiko



New Mexicoko mendietan, pasa den urrian

Hegoalderantz, Mexikoko mugarantz

Poza, egunero hasten delako

Bizikleta zuriak: errepidean hildakoen oroimena eta salaketa

 "Hau nirea da, ez ikutu!!"

Mexikon dagoeneko: Mata Ortiz-eko (Chihuahua) eltzegintza

Cuarenta Casas (Chihuahua): Paquimé kulturako etxe hondarrak

Aitor Galdos eta Eve: burutik oso sano ez, baina zoriontsu bai. Dena zikloterapiari esker.

Durangoko hirian harrera ezin hobea egin ziguten

Hanburgesek zeregin gutxi hemen...

Tequila herrian

Abenduaren 30ean iritsi ginen Guadalajarara

Hortxata saltzaileak. Guadalajara.

"Cambiar el símbolo de status por el de inteligencia"

Etxean


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Chihuahua, Mexiko

Nondik nora: AEB/Mexikoko muga (Antelope Wells/El Berrendo) - Janos - Nuevo Casas Grandes - Mata Ortiz - El Willy (Ejido Ignacio Zaragoza) - Steven - Pacheco  - Jovales - Largo Maderal - Mesa del Huracan -  40 Casas - Ciudad Madera - Temosachic - Ciudad Guerrero - La Junta - Cuauhtemoc - Chihuahua. Guztira: 707 km.

Egun hauetan lagun bati idatzitako gutunaren pasarteak:

"Aqui,en este lado del mundo, es mediatarde ahora, hace frio, el cielo està despejado y yo estoy sentado enfrente de una mesa, en un pequeño apartamento que estos dias me han prestado los jòvenes soñadores de la ciudad, los que imaginan y tratan de construir un Mexico y un mundo diferente. Tengo una botella con sotol (un aguardiente local) y una cajetilla de cigarrillos junto al ordenador, mi vieja bici a un costado. Las bolsas cada vez màs remendadas, hoy las he vuelto a llevar al zapatero. Conozco cada parche y recuerdo el lugar del mundo en que fue colocado... 
Llevo ya una semana aqui, en Chihuahua, y me quedarè una màs. Estoy esperando a una pareja de amigos ciclovagabundos, Aitor y Eve, (http://cyclotherapy.blogspot.mx/) para juntos continuar hacia Guadalajara... 

Pancho Villa. Iraultzaren Museoa. Chihuahua
...otra vez en ruta, otra vez en mi casa nòmada, en esta casa a la que le faltan muchas cosas pero no libertad ni intensidad. Libertad del camino abierto -el ùnico rumbo seguro es el horizonte- e intensidad de la vida avanzando, movièndose, llevàndome sin descanso hacia ese lugar desconocido, ese lugar que no adivino pero del que estoy hace tiempo enamorado...

...tù ya sabes como es esa frontera, la que hay un poco màs al norte. Radical. En un paso cambias de mundo, zambullida con la ropa puesta en la Amèrica humilde y vital. Aqui la vida camina sin red de seguridad y se pega a la calle y al dia a dia. Y despuès de meses en los Estados Unidos viviendo en bosques, planicies y desiertos, despuès de tantas noches de silencio (hermosas) solo roto, a veces, por el viento, por el tambor de la lluvia sobre las telas de mi tienda, o por el coro de aullidos de los coyotes a mi alrededor, ahora he vuelto al roce, al bullicio y al calor de la Amèrica Latina. He pedaleado tambièn por pistas apartadas antes de llegar aqui, caminos sin asfaltar que atravesaban sierras y pinares inmensos y solitarios y que me hicieron sentir por unos dias como si estuviera en la Great Divide mexicana. Pero como te decia antes, la vida huraña y asilvestrada ha hecho un parentesis de momento... coches, gente, tambièn amigos, bares, conversaciones y memoria llenan estos dias. Mèxico y los mexicanos me han recibido como siempre lo hicieron, con la generosidad y la cercania que les caracteriza...

Esta el la cuarta vez que recorro este pais en bicicleta (¡la primera en el 87!) y nunca deja de sorprenderme y emocionarme. Me recibe con recuerdos (cada vez màs recuerdos) y tambièn con una fuerza que sigue siendo nueva e impetuosa. Esa fuerza que a ti tambièn te cautivò..."



MUGA ZEHARKATZEN
 

Estatu Batuek eta Mexikok dauzkaten 43 muga-igarobideetatik Antelope Wells/El Berrendo txikiena da eta gutxien erabiltzen dena. "Great Divide" ibilbidearen amaiera hantxe dago eta hantxe esan nien agur Estatu Batuei, eta Mexikora sartu, hil honen 3garren egunean. Desertuan barrena doan errepide asfaltatu eta bakarti batek eraman ninduen muga-postura. "The Lonely Road" izena ematen diote -hala azaltzen zen nire mapetan- eta batzuek diotenez droga-trafikatzaileek eta emigrante klandestinoek erabili ohi dute, gauez batez ere. Hurbileneko herria Hachita da -mugatik iparraldera dagoen komunidade pobre eta erdi abandonatu bat- eta hortik Antelope Wells-era dauden 75 kilometroetan "border patrol" edo mugako poliziaren autoak izango dira ikusiko dituzun ibilgailu ia bakarrak. Ohituta daude txirrindulariekin eta ez zenuke zertan kezkatu baten bat gelditzen bada zu ikustean: ziurrenik ura edo beste zeozer behar duzun galdetzeko geldituko da. Behin muga igaro eta Mexikoko aldean 13 kilometroko bide asfaltogabe bat ibili beharko duzu Douglas/Agua Prieta-tik datorren errepidera iristeko. Errepide estua eta arriskutsua da hau, kamioi handi asko dabiltza bi norabideetan eta abiada bizian (ongi etorri Mexikora!). Hurbileneko herria Janos da (74 km. mugatik hego-ekialderantz). 

2013ko azaroak 1, ostirala     Silver Citytik hegoalderako desertua - Hachita, 85 km.

Desertua daukat inguru guztian, kaktusez zipriztindutako belar horiko eremu bakartiak eta urrutian mendi ilun sorta bat. Zeruan eguzkia jaun eta jabe da, laino txiki bat ere ez da ageri, haizerik ere ez. Oraintxe erakusten dit New Mexicok nik espero nuena, nire irudimenak berari buruz moldatua zuen irudia. Orain, mugatik bi egunetara nagoela, eta ez lehenago. Bidea pista txiki eta bakarti bat da, orduak dira ez dela auto bat igaro. Behiak ikusten ditut aldian behin ur-putzuen ondoan, basahuntzak (pronghorn), txori taldeak ni igarotzean hegaldaka izutzen direnak... beste mugimendurik ez.

Hachitako errepide asfaltatuan mugako polizia ikusi dut, hiru auto. Hachitak ghost town baten itxura dauka ia. Dendak, kafeak, gasolindegia, etxe asko...bertan behera utzita daude, itxita eta hutsik. Postetxeak, ordea, eutsi egiten dio, kanpoko mundua eta herri hau elkarrekin ahaztu ez direla -ez guztiz, behintzat- esaten digun aztarna bakarra. RV Camp izandakoan (hau ere abandonatua) kanpatu dut. Ia gauez iritsi naiz herrira eta kalean ikusi dudan pertsona bakarrari -bere etxe ondoan zegoen agure bati- galdetu nahi izan diot RV Camp-era joateko bideaz. Ez dit erantzun, alde egin du korrika, beldurtuta, eta bere autoaren atzean ezkutatu da.

2013ko azaroak 2, larunbata     Hachita - Antelope Wells, 76 km.

Desertua berriro, mendi-muino marroi eta isilak ditut aurrean, urrutian, Mexikoko mugatik gertu behar dute. Errepide bakartia da hau ere, guztiz zuzena da nire mapek ematen dioten izena,"The Lonely Road". Esaten dutenez droga eta emigranteekin trafikatzen dutenek maiz erabiltzen dute. Irrealtasunaren irudipena daukat. Paisaia bera da irrela, hain geldia eta mutua, hain zehatza bere forma eta koloreetan, non dekoratu bat ematen duen; eta paisaia

horretan izkutatzen den muga ere irreala begitantzen zait hemendik. Badakit hor, urrats gutxitara, dagoela, zelatan, leize bat dela inguratzen nauten zabaldiak -eta nire ibilera- erdibituko dituena. Muga eta berak ekarriko duen aldaketa, biak irrealak hemendik pentsatuta. 87an zeharkatu nuen estrainekoz. Zer aldatu da harrezkeroztik? Dena berria zen orduan, lurra eta baita hari so egiten zioten begiak ere. Dena espero genuen, dena zegoen gertakizun. Orain ez. Ahitu da egun harrigarrien promesa. Eta hala ere mugaren misterioa eta deia hor daude, bizi-bizirik, garai urrun haietan baino are biziago esango nuke.

Lautada huts baten erdian dago muga-postua, munduko txoko galdua ematen du. Ezkerrean muino leun eta borobilduak ditu, lurretik sortzen diren uhin ilunxkoak dirudite; eskuinean mendikate gotorrago bat goratzen da, hura ere ilun, soil eta mortu. Errepide bazterrean kanpatu dut, bi km. lehenago.

2013ko azaroak 3, igandea     Antelope Weels - Janos (Mexiko), 74 km.

Estatu Batuek  egunsenti eder eta dramatiko bat oparitu didate gaur, despedida gisa. Zeruko ilunpea doi-doi urdintzen hasia zen altxatu naizenean, ikatza bezain beltzak ziren hodei multzoak ikusi ditut orduan urdin jaioberri hori goitik hesitzen eta handik sortuz, eta urrutiko mendietan pausatuz, ortzadarraren errainua; desertua kobre koloreko argitasun batez zegoen

gorriturik. Bart gaueko ikuskizuna ere ez zen nolanahikoa izan. AEBko mugako eraikinak ikusten nituen nire kanpalekutik baina bat eginda inguruko desertuarekin, larregi nabarmendu gabe. Gautu zuenean, ordea, argi foko indartsuak hasi ziren pizten alde guztietatik eta muga txiki hura, apenas inork erabiltzen duena, distira txuriz bete zen, desertuko iluntasunean pausatutako espaziontzi erraldoia ematen zuen. Haruntzago, Mexiko aldean, argi horixka ahulen bat edo beste baino ez zen ageri.

Bederatzi eta erdiak inguruan muga-postuan nengoen. AEBko aldean ez didate jaramon handirik egin, pasaportea erakutsi beharrik ere ez dut izan. Edadeko polizia batek oso adeitsu eta lagunkoi jokatu du nirekin. Gazteago bat mesfidati inguratu zait, eskua pistola-zorrora eramatea izan da bere lehen erreakzioa ikusi nauenean.

Mexikoko aldean askoz umilagoa da muga-postua. Suge pozoitsuekin kontuz ibiltzeko dioen ohar bat ikusi dut, soldadu batzuk han-hemenka. Emigrazio-arduradunarekin -mutil gazte bat- luze aritu naiz hizketan. Maderora nola joan azaldu dit. "Nolakoa da seguritate egoera Chihuahuan?", galdetu diot. Lasaitasunez erantzun du: "Badakizu, besteren arazoetan sartzen ez bazara ondo ibiliko zara. Chihuahuako jendea noblea da eta are gehiago zuk joan nahi duzun ingurukoa, mendialdekoa".

Plazer handia da herri honetan berriz egotea, horretan erabakitzen da Mexikora sartu eta orain sentitzen dudana. Etxera bueltatzen naizela iruditzen zait, 87an ezagutu nuen etxera.

miércoles, 20 de noviembre de 2013










Cada cuerpo con su deseo
y el mar al frente.
Cada lecho con su naufragio
y los barcos al horizonte.


MANOA

Ez nuen Manoa ikusi, ez nituen ediren bere dorreak airean,
hango harrien arrastorik inon ez.

Itzal engainagarriek haren mapetan marrazten zuten ildoari
jarraitu nintzaion.
Tigreen ibaia zeharkatu nuen
eta isiltasunaren borborra paduretan.
Deus ez nuen ikusi Manoaren

ez haren kondairaren antzerakorik.

Hegoalderantz okertzen eta sekula atzematen ez den
ortzadarraren atzetik ibili nintzen, beste ezeri erreparatu gabe.
Manoa ez zegoen han, mundu horietatik legoa askotara geratzen zen,
-beti urrunago.

Bilatzeaz nekatuta, gelditu egin naiz,
zer axola niri haren dorreek?
Manoa ez zuten kantuz laudatu Troia bezala
ez zen setioan erori
ez zituzten haren hormak hexametroekin grabatu.

Manoa ez da toki bat
sentimendu bat baizik.


Batzuetan aurpegi batean, paisaia batean, kale batean
haren eguzkiak distira egiten du bat-batean.
Maite dugun emakume oro Manoa bihurtzen zaigu
ia oharkabean.
Manoa zeruertzaz bestaldeko argia da,
amets egiten duena bidean da, ikusi egin dezake
baina maite duena iritsia da azkenik, bertan bizi da.

Eugenio Montejo ("Trópico absoluto", 1982)






Chihuahua, 2013ko azaroak 20

martes, 8 de octubre de 2013

The Great Divide


"The Great Divide Mountain Bike Route" Estatu Batuetako Rocky mendietan zehar doan eta uren banalerroari jarraitzen dion mendi bizikletarako ibilbidea da, 4000 km ingurukoa (Kanadako mugan hasi eta Mexikokoan amaituz gero) eta % 90ean asfaltatu gabeko bide eta bidezidorrez osatua dagoena. Hari jarraituz heldu naiz orain nagoen tokira (New Mexikoko Los Alamos herria, hemen egin zuten lehen lehergailu atomikoa) eta bide horri jarraituz iritsi nahi nuke Mexikora. 

Badira hiru hilabete pasatxo Gasteiz utzi eta Iparamerikako inguru hauetan nabilela. Everetteko (Washington) lagunei agur esan eta ekialdera abiatu ginen uztailaren hasieran, Montana aldera. Eta Montanan hartu genuen, Missoula ondoan, Great Divide edo Banalerro Handia delakoa. Abiatu ginen idatzi dut zeren bi izan baikinen hasierako hilabete haietan. Jon Gome Zubia gasteiztar prestua eta bizikletari bikaina izan nuen bidaikide ia uda osoan (ondorengo argazkietan agertzen den morroskoa bera da). Elkarrekin Coloradoko iparralderaino iritsi ginen. Gero Juanjo eta Kiko Madrilgo anaiekin ere ibili nintzen aste pare batez eta irailaren 10az geroztik bakarrik nago, ohi bezala (baina... cyclotherapy-ko taldea - Aitor eta Eve- ez dabil urrun, beharbada izkin egingo diot bakardadeari berriro ere). 

Ahaztuta eduki dut blog hau azkeneko hilabeteetan, eta barkamena eskatzen dizuet horregatik nire gorabeherekin interesatzen zaretenoi, baina... ezin. Ezin denborarik eta sosegurik aurkitu hemen idazteko. Kontua da mendi-baso-zelaietan sartuta pasatzen ditudala egunak eta asteak, basapiztien konpainian gizakienean baino maizago, eta horrela ezin honelako betebeharrei heldu. Tira, gaur loari tartetxo bat lapurtu eta argazki batzuk jarriko ditut hemen. Eta beste batean -Mexikora iristen naizenean-edo- saiatuko naiz orain arteko ibiliaren laburpentxo bat egiten. Great Divide delakoari buruz zera esan bakarrik: natura, trafikorik eza, aldapak eta inguru bakarti eta apartatuak atsegin badituzu primeran sentituko zarela hemen. 4000 kilometroko halako ibilbide bat ez da erraz aurkitzen beste inon. Rocky mendietan barrena etorri arren Coloradorainoko tartea oso irekia da eta behin baino gehiagotan irudituko zaizu mendietan ez baizik eta Patagoniako ordokietan zaudela. "Ze handia den hau!!", hori esaten zuen maiz harrituta Jonek . Handia eta hutsa. Coloradon itxura alpinoagoa hartzen hasiko da paisaia, lertxun eta pinu zuhaitzak jabetuko dira mendi maldez eta... honaino, New Mexikoko iparralde hau guztia ere halakoa baita, alpinoa, apartatua eta oso ederra. Noizbait Chihuahuako desertuarekin topo egin arte (gertu daukat hemendik), hori ere ederra izango da, dudarik ez.... Ondo izan!

Everett-eko lagunekin uztailaren 4an (Independence Day)





 
Bidean dagoeneko, lehen egarriak asetzen.


Washington, Idaho...

...Montana...

Montanako azken "euskal" artzaina; atzean bere artaldea eta "waggon"a.

The Big Hole, Montana, Great Divide-tik gero eta hurbilago.
Great Dividen azkenean!!



Marathon Mondial berriaren ahulguneak. XR zaharrarekin ez zen halakorik gertatuko...

Yellowstone National Park

Atsedengune bat. Hona iritsi baino lehentxoago hartz bat ikusi genuen.

"Grizzly hartzen eremua; arau bereziak indarrean"

Bob trailer hori (bizikletaren atzeko gurditxoa) jatorrizkoaren bertsio hobetua omen da. Eta eusko labelduna, made in Lubiano.

Great Divideko txirrindulari tropela zuloaren bila

"...to win and hold the west". The Manifest Destiny.
Aldapatxoak

Loretxoak...

Lore gutxi hemen. Wyoming, Great Basin.
Eta beste egun bat eremu huts eta itxuraz amaigabeak zeharkatzen... Patagonia? Ez, Wyoming-eko hegoaldea.
Azkenean gerizpea! Lertxun zuhaitzak.
Natiboekin harremanetan.

Great Divide-tik kanpo. Juanjo eta Kikorekin Hagerman Pass mendatean (Colorado)

Kanadako oreina, Rocky Mountain Parke Nazionalean

Altzak ez du bihotzik. Lertxunak begiak ditu eta hamaika ahots.

Udazkena

New Mexikoko iparraldean

Iritsi da legea Mendebalde Basatira: "ez tirorik egin kanpinean"